y es que no sé hace cuanto tiempo te esperaba
hasta hoy lo sigo haciendo
pensándolo y meditando
en silencio y solo
con música u otras cosas, que me hagan verme en los parques viéndote
muchacha y serena en paz con la tierra y en comunión con mis sentidos
que van todos dirigidos hacia ti…
no hay murmullos del viento en esos escasos segundos
parece que tu calma controla los intranquilizantes arrebatos naturales del sofocante olor y humo del calor intenso en pleno julio vestido de invierno tenebroso y tan frío que te hace doler los insoportables huesos hechos de arcilla
hecho a mano como mis plegarias y ofrendas
en los gritos de las tribus encuentro la perfección de los labios y de las manos
ritmos de orquestas ancestrales y otro grito por allí
puntiagudo silbido de instrumentos artesanales y artificiales jadeantes de una sed
preguntándose si algún día serán destruidos
como la esperanza, su esperanza misma
como el fuego disuelto, como esos segundo escasos de parques en tu mirada verme a mi
en un falsete de emociones juguetones y tintineantes protuberantes
como jazmines en primavera con olor de margaritas
con olor de martes en la mañana, con olor a tu rastro
con olor a tu increíble capacidad de meterte en la entrañas y de quedar grabada en unos incapaces segundos para mucho otros…
… a miel en un lugar desconocido, a sopa de la tarde y a cabelleras inmortales,
jefes de nosotros los cazadores, como panecillos en bolsillas de cristal,
como esa prisma en esos ojos cavernosos, de la mente obtusa y de la belleza circular,
con pestañas y cejas y labios y ojos y rosa y color y piel y piernas y color de nuevo y cabellos y sonrisa y risas y amiga y desconocida y mirar y mirarme y mirarte y mirarme y mirarte y mirarme y mirarte y mirar y todo eso y y y y tú y yo y tú y yo y tú y yo y tú tú tú... ese alabar a lo anónimo a lo ajeno, que se sabe que nunca llegará pero hay esa esperanza que más parece una cadena, a la anónima a lo tuyo a lo que creo es nuestro a ese juego a todo tú a vagar y mirarte vagando y a… pensarte y mimarte en la cabeza creyendo que tú haces lo mismo… a mi cobardía de nunca querer encontrar y a mi sutileza para poder ver, pero nunca actuar…
¡qué bobos!>>
esto es mío y de nadie más…!
más feo…
