domingo, 23 de diciembre de 2012

Halle "x"

Apatía es
un peso al incorporarse por la mañana
que te mantiene atado a la maraña de sábanas
Levantarte sin un motivo real
que te mantenga en vela
que te haga suspirar
Te vuelves inapetente
comer es mecánico
-Coches, sonidos, fiestas-
Todo sigue igual

Tus ojos asoman una vez más por la sábana
Nada cambió

Toca levantarse,
ducharse,
comer,
salir,
ganar un lugar en la naturaleza
-un espacio-
con tu sudor
Un lugar que no tiene esencia
que sin motivo real
es inapetente
Solo es una variable
en un problema matemático para escolares

jueves, 26 de julio de 2012

vrartes


¿Saben lo que es insoportable? Es aquello que no podemos detener. Algo que se mueve rondando nuestras espaldas con aliento entrecortado pero constante. La idea de la cotidianeidad me envuelve en un torbellino de linderos que se combinan en una serie de líneas sin consistencia, se tornan figuras deformes que sugieren caos y  obnubilación, y cuando más lo espero, me embarga en una sensación de auténtica locura, una feroz creencia en que no podré soportarlo más. Lo insoportable se vuelve aquello que sé no podré controlar y que se repetirá una y otra vez como el goteo incesante de una grifería mal cerrada. No se detendrá, en la noche, en el día, todo seguirá. ¿Mañana quizás parará? No, y lo sé muy bien.

El clima hostil arremete contra mi piel que se vuelve de gallina, se eriza como un gato a punto de atacar, el sueño se disipa entre la neblina del frío, la desesperación comienza a susurrarme locuras al oído: “grita, salta, araña,  golpea, quiebra, rompe, mira, odia, mata”. Desde mi boca se puede oír una respiración forzada, un gemido no placentero producto de lo que se desarrolla en mi mente. Mis manos sudan, mi espalda suda, soy un ser sudante. Mis venas se llenan de sangre y se marcan en mi frente, en mis brazos. “Mañana acabará” me dice mi perdido yo anterior que ya ha sido devorado por la impotencia, por la frustración, por mi yo insoportable. Aquel que todo odia, que todo envuelve en una misma palabra, aquel que genera juicios sobre las cosas. “No existen actos morales, solo juicios morales sobre los actos” lo oí de algún lado. Hoy tomo una decisión y pretendo darle fin a un acto, sea moralmente bueno o no, solo hacerlo para que, a partir de él, se genere un nuevo derecho, nuevas reglas: no voy a soportar nada más todo lo que me agobia, ten suerte, porque hoy yo seré el insoportable.

miércoles, 2 de mayo de 2012

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La bruma y el frío te cubren, te refugias en el autobus que pasa raudo por la avenida. La gente va tan incomoda por la ciudad que ahí es cuando te dan ganas de conseguirte un auto propio, una casa propia, algo propio. Pasa lento el tiempo cuando no hay nada que hacer, moviéndote de un lado al otro, peleando por asientos, jadeando con los golpes. Te entretiene ver las sombras cambiar en el respaldar del asiento, te entretiene ver las luces de neón de los restaurantes, siempre te entretuvo ver las casas y adivinar qué pueden tener dentro. Qué habitaciones, qué muebles, que diseño, quiénes viven ahí, si tendrán una hija soltera, de esas que salen en las páginas sociales, aquella que siempre buscas en una gran fiesta entre la multitud ebria, entre los cabellos, entre los pasos baile, hasta encontrarla en un rincón, al parecer indefensa, solitaria, con esa aura que te hace pensar que hoy necesita algo diferente. Te acercas a paso lento, no sabes qué decir exáctamente, pero de pronto se ve sumergida en los cariños de otro mucho mejor que tú que le lleva un trago, y claro, ahí te preguntas en quién le puede decir que no con esa cara, quién le puede decir que no con esas tetas, quién te puede decir que no ... no... no.. Señor , no, no me ha pagado aún. Pasaje, por favor.

miércoles, 11 de abril de 2012

Monserat

Monserat decidió hoy día ser feliz pero terminó por concluir
que la vida está llena de imposibles
de gente que no veo todo lo que es visible
y ofuscada me gritó

Monserat decidió hoy día ser famosa
lo dejó todo por primera vez
y allí en el súmum de la hipocresía
se dio cuenta de que todo era una porquería
y ofuscada se frustró

Monserat camina por las calles sucias
buscando razones en los zapatos
encontrando amores en las esquinas
o bebiendo licores con sus amigas
y ofuscada se aburrió

Yo no sé muy qué es lo que ella busca
solo sé que nunca lo encontrará
si tan solo abriera los ojos
sabría que su destino es infinito
su insostenible destino no existió

Monserat un día se despertó
no sabía ni con cuál convicción
tomó sus cosas, usó el baño, se despidió y se marchó
ofuscada se marchó