viernes, 11 de enero de 2013

In the pendizarse

En Magdalena hay muchas locas y viejas solitarias sin nadie a quien dejar sus casas. Luego, esas serán terrenos preciosos a la vista de las constructoras: Magdalena pasará de ser un suburbio playero de un solo piso a una ciudad cosmopolita, neoyorquina, rascasideral.

Shangai quizás alguna vez fue un sitio más honesto -no lo sé- solo sé que me gusta ver el mar y el cielo en la noche, ver los aviones viajando del Callao hasta Nueva York. Mirarlos desde abajo, sentirme pequeño en la noche e intentar alcanzarlos con los pensamientos, dibujar tu cuerpo con palabras porque no hay forma más sincera de tenerlo presente pues tu cuerpo, como los aviones, pasan demasiado rápido por la mirada.

Sin embargo, yo miro los aviones el poco tiempo que me es permitido verlos hasta que se vuelven un puntito entre las estrellas, en mi memoria.

Porque si Nueva York es ´nueva´ por sus rascacielos, su carencia de viejas locas solitarias y por recibir vuelos internacionales, quizás Magdalena aún guarda algo de salvación en tener un poco de la Antigua York, un poco de tu aroma en sus esquinas y el cielo lleno de puntitos de luz.